Wolfgang Amadeus Mozart,
gran compositor clásico, nació el 27 de enero de 1756, en Salzburgo, Austria. Este
extraordinario compositor del siglo XVIII, es considerado uno de los
músicos más famosos de todos los tiempos.
Fue en París, a la edad de
siete años, cuando aparecieron publicadas sus
primeras obras. Mozart tuvo
varios años de gloria, siendo reconocido por las principales monarquías de Europa,
pero nunca supo administrar bien el dinero. La explotación de su genialidad musical surgiría luego por parte de grandes
oportunistas. Ya casado, su vida comenzó a desmoronarse y su mujer Constanze lo
abandonó.
La madre, que tanto amaba,
enfermó gravemente. Mozart, sin dinero, vendía composiciones a cambio de
remedios para su madre, que falleció unos meses después. Triste y
desilusionado, Mozart se enfermó. Su único amigo
fiel, fue su perro quien se quedó a su
lado hasta el día de su muerte, el 5 de Diciembre de 1791. Mozart fue enterrado en una fosa común, en Viena.
Su mujer, que estaba en Paris,
se enteró de la muerte de Mozart y partió hacia Viena para visitar la tumba de
su marido. Al llegar allí, se desesperó
al saber que Mozart había sido enterrado como indigente, sin ni siquiera una
placa con su nombre.
Era diciembre, hacía frío
y llovía en Viena. Constanze se empeñó en “explorar” el cementerio en busca de alguna pista
que pudiese indicar dónde había sido enterrado Wolfgang. Buscando entre las
tumbas, vio un pequeño cuerpo, congelado por el frío, sobre la tierra removida.
Al acercarse reconoció al querido perro de Mozart.
Hoy, quien visite Viena,
verá un gran mausoleo, donde está el
cuerpo de Mozart y el de su mascota. Fue por el amor de ese animal que Mozart
pudo ser ubicado y sacado de la fosa común donde fue, en un principio,
enterrado. El perro permaneció con su dueño hasta después del final.
Murió junto a la tumba de su dueño porque, sin él, no podría seguir viviendo.
Murió junto a la tumba de su dueño porque, sin él, no podría seguir viviendo.
Foto: Tumba de Mozart en
el cementerio de St. Marx en Viena.
Comentarios
Publicar un comentario