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¡¡¡Papá
quiero un iPad!!!
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No te
preocupes hijo, toma el mío que yo ya me
pido otro.
Esta es probablemente la
conversación que habrá tenido lugar en el hogar de más de una cincuentena de
diputados que han solicitado que les
repongan la tableta después de haberla perdido, cuando se las han dado hace
apenas un año.
Menos mal que la decisión del
Presidente de la Cámara, Jesús Posada, imagino que debido a la presión popular,
es que no habrá nuevos terminales y que las conexiones de estas tabletas se
anularán inmediatamente de forma remota para hacerlas inservibles. “La Cámara
Baja entiende que el material que se facilita a los diputados es
responsabilidad de ellos y, en esta etapa de crisis, hay otras prioridades de
gasto por encima de la reposición. Asimismo, la Mesa ha determinado que Sus
Señorías podrán hacer uso de los servicios informáticos del Congreso para la
reparación de averías de su iPad, pero una única vez”.
La verdad que esto ha saltado a
los medios de comunicación ahora que estamos inmersos en una crisis en la que
la mayoría de la población está pasando muchas penurias, muchos parados, gente
que no puede pagar sus hipotecas y son desahuciados de sus viviendas, recortes
salariales en todos los niveles, etc., que ha provocado un retroceso del poder
adquisitivo brutal y que seguramente ya nunca llegaremos a recuperar a los
niveles de antes del inicio de la crisis.
Al ser elegidos, los diputados
recibieron un «kit tecnológico» que incluía un móvil de última generación, tipo
iPhone, línea ADSL en su domicilio para estar conectados a Internet y, desde
esta legislatura, una tableta iPad que ha sustituido al ordenador portátil que
tenían antes. En total, el Congreso se gastó 498.000 euros en estos terminales.
Es de suponer y es seguro que
esto de las reposiciones ha ocurrido siempre, ¿Cuántos familiares de los
diputados, en estos treinta años, tienen un teléfono de última generación o una
tableta con cargo a todos los españoles?, no lo sé pero más de los que nos
pensamos ya que si esto pasa ahora imagina cuando no había crisis.
Creo que ya que les dan el famoso
«kit», que debe ser propiedad del Congreso, si pierden cualquiera de sus
componentes deben pagarlo de su bolsillo como hacemos todos en este país y
devolverlo todo al finalizar la legislatura.
Hoy he visto la noticia de que los
senadores han realizado unas 17.774 llamadas a líneas especiales 902 y 901 y
alrededor de 15.857 mensajes de texto Premium, enviados a números que suelen
usarse para promociones televisivas y concursos. En total, superan los 50.000
euros. Esto es increíble y no necesita más comentarios.
Es cierto, como he leído en
varios medios, que no se puede culpar a la clase política en exclusividad de la
crisis por la que estamos atravesando, correcto; pero lo que también es cierto
es que ella es la que tenía que haber puesto el remedio y no lo ha hecho y con
ello la clase política se ha desprestigiado sola: en primer lugar por su falta
de solidaridad ya que prácticamente ninguno ha renunciado a sus prebendas
cuando están apretando el cuello de los ciudadanos con tal fuerza que muchos ya
no pueden sacar más la lengua; en segundo lugar por su mala gestión económica que
está llevado al país a la más absoluta ruina y por último, por su falta de
ética ya que el apego a su posición es insaciable, para ellos no hay crisis, y
además cuando abandonan la política
activa siguen cobrando y encima compatibilizando sueldos con indemnizaciones y
pensiones de por vida cuando el resto de los ciudadanos sólo tiene derecho a su
pensión de jubilación, pelada y devaluada.
Por cierto, ¡¡¡yo también quiero un iPad!!!
Foto: un diputado con un iPad en su escaño del Congreso (europapress).
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