El vino más caro pagado por un coleccionista privado es el “Chapeu d’Yquem 1787 que costó 80 mil dólares.
Este vino tiene una mayor longevidad que cualquier otro vino blanco y además su botella se conserva impecable. Lo que le da este vino ese carácter tan especial es la nostalgia ya que sus uvas eran recogidas en Bordeaux en 1787, año en el que George Washington se convertía en el primer presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, James Watt desarrollaba la máquina de vapor y María Antonieta estaba a punto de perder la cabeza.
Además, este vino lo consumían, entro otros, Thomas Jefferson, Napoleón Bonaparte y Josef Stalin
Por otro lado, la botella de vino más cara pagada por un restaurante es un “Romanée-Conti de 1875”, por la que el propietario del mismo pagó 75 mil dólares a un marchante de vinos aduciendo que se trata de la última botella que existe de ese vino de 1875.
Hay que ver que cosas….
Foto: Botella de “Chapeu d’Yquem 1787.
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