El Tango es una danza de parejas abrazadas que, en su origen,
no necesariamente era de hombre y mujer, ya que también se bailaba entre
hombres.
El Tango surgió en burdeles, rancherías y boliches. Los
prostíbulos lo fomentaban con la finalidad de aproximar los cuerpos masculinos
y femeninos. El "tango arrabalero," aquel que bailaban en el arrabal,
hombres y mujeres con los cuerpos
fuertemente abrazados, escandalizó a la sociedad de la época.
Condenado por la iglesia y prohibido por la policía por
incitar al escándalo, fue asociado con la lujuria y la diversión "non
sancta" junto a la bebida y el baile. Su prohibición obligó a bailarlo en
sitios ocultos hasta haber entrado en el siglo XIX, por eso su ambiente es de
nostálgica pasión.
La cercanía de los bailarines y la sensualidad de su
coreografía dice mucho sobre su origen prostibulario. En la oscuridad, guapos y
arrabaleros deslizaban sus sentimientos en lo profundo de un verso, una melodía
o bailaban abrazados a su ardiente compañera. Era concebido como "vulgar" por los
estratos más conservadores, marginado socialmente por buscar la sensualidad y
el placer. La insólita fusión de
lenguas, conocimientos y costumbres genera el fenómeno del tango y
paralelamente un lenguaje, el lunfardo.

Hoy, la sensualidad del tango es reconocida en todo el mundo,
es una manera de vivir, de sentir y de concebir apasionadamente la existencia y
el mundo.
En el Tango, el hombre crea la forma y la mujer la llena de
belleza. Esto es el Tango.
Comentarios
Publicar un comentario