Hoy ha sido un día importante para la Ciencia y la Tecnología y principalmente para los 33 mineros chilenos y sus familias después de tantos días de angustia, de espera y de emociones contenidas.
Con el feliz desenlace se ha puesto de manifiesto cómo, cuando todo un pueblo se une en un interés común, se alcanza el objetivo y así ha sido en el caso de Chile que ha logrado sacar a los mineros atrapados tras 59 días de cautiverio forzado, mucho antes de lo que en principio habían previsto.
Ahora se recuperan en el Hospital de Copiapó dónde recibirán el alta, si todo va bien y su estado de salud es bueno, en un par de días. Después deberá recibir ayuda psicológica para evitar secuelas posteriores o reducirlas lo máximo posible.
Todo el mundo ha sido testigo de un rescate sin precedentes, ha sido seguido en directo por todas las cadenas de televisión mundiales y con una cobertura periodística increíble. Cada vez que la cápsula Fénix 2 salía a la superficie con un minero, la alegría que se experimentaba era inmensa. Ya en su momento, en este mismo blog, me solidarizaba con ellos, hoy mi alegría es total por el feliz desenlace y poder decir bien fuerte: ¡¡¡Salvados!!!
A parte de toda la alegría que ha supuesto su rescate, me hago las siguientes preguntas: ¿Qué va pasar ahora con ellos? ¿Cuál va a ser su futuro? ¿Cómo afrontará el gobierno del Sr. Piñera la situación de los mineros, de los que está pendiente medio mundo? ¿Pagarán de verdad los responsables por ello? Todas estas preguntas, y alguna más que me dejo, espero que tengan las respuestas necesarias para paliar la desgracia por la que han pasado estos héroes chilenos y mitiguen el sufrimiento y el coraje de sus familias que nunca perdieron la esperanza y que bien reflejaron poniendo nombre al campamento permanente que montaron para apoyar a los suyos y que hoy ha comenzado a desmantelarse: “Campamento Esperanza”. El presidente Piñera se ha comprometido a erigir en ese lugar un memorial para recordar la hazaña.
Espero que se aclare pronto su futuro y que mantengan los pies en el suelo, porque ahora es muy fácil dejarse embrujar por las proposiciones que les van a realizar desde distintos medios para convertirlos en marionetas televisivas y personajes mediáticos. Deben tener presente que la gloria adquirida de pronto es efímera y la vuelta a la realidad posterior es más dura aún. Una vez se pase la noticia, se pasa el interés y, por tanto, se vuelve de nuevo al olvido y al anonimato.
Desde aquí darles nuevamente la más sincera enhorabuena, desear que se recuperen pronto y vuelvan a la normalidad. Junto a sus familias, lo antes posible.
Gracias héroes, habéis dado una lección de supervivencia, de coraje y pundonor al mundo entero.
Foto: Extracción de la cápsula Fenix 2, durante el rescate de los mineros.
Si de verdad, hoy en día, se puede catalogar a alguien de héroes, para mi lo son los 33 mineros chilenos que han resistido de manera increíble encerrados a 700 metros de profundidad durante 69 días. Esto es supervivencia, esto es ser un héroe, esto es aferrarse a la vida con todas sus fuerzas.
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