Si hay una melodía que cada vez que la escuchamos se nos
pone la piel de gallina, se nos hace un nudo en la garganta y se nos
llenan los ojos de lágrimas es cuando
oímos el famoso toque de corneta «TAPS»
o, como lo conocemos nosotros, la «canción del SILENCIO».
Pero, lo que seguramente no sabrás
es cuál es el origen de
esta famosa y emotiva melodía que desgraciadamente suena cuando fallece un
militar norteamericano en acción de guerra y que en la actualidad es adoptada,
en prácticamente todo el mundo, para conmemorar la muerte de militares y el
fallecimiento multitudinario producido por masacres, por acciones terroristas o
por catástrofes naturales. Pues bien, el origen norteamericano de «Taps» es el
siguiente:
En 1862, durante la Guerra Civil Norteamericana —Guerra de Secesión—
entre el norte y el sur el capitán del Ejército de la Unión Robert Elly se encontraba
con sus hombres en Virginia en las inmediaciones de Harrison’s Landing. El Ejército Confederado se encontraba situado
frente al unionista, únicamente separados por una estrecha y angosta franja de
terreno.
Una noche, el capitán Elly escuchó los quejidos de un soldado que se
encontraba mal herido en la zona de campo situada entre ambas líneas. Sin poder
determinar si se trataba de un soldado de
la Unión o de la Confederación, el capitán Elly decidió arriesgar su vida y poner
a cubierto al soldado herido que recibiera atención médica.
Deslizándose reptando, apoyándose en el vientre, entre los disparos que
constantemente se intercambiaban ambos bando, el capitán Elly llegó junto al soldado
herido y tirando de él consiguió llevarlo a sus propias líneas, pero al llegar
a salvo de los disparos, el capitán Elly se percató de que se trataba de un
soldado confederado y de que ya no respiraba, estaba muerto.
El capitán encendió una linterna para ver al soldado confederado y se quedó
sin aliento y paralizado. Al acercar la linterna vio el rostro del soldado, se
trataba de su propio hijo. El muchacho estaba en el Sur estudiando música
cuando estalló la guerra civil y sin decir nada a sus padres, se había alistado en el ejército confederado.
El destrozado capitán Elly pidió, a la mañana siguiente, pidió permiso
a sus superiores para poder enterrar a su hijo con honores militares, a pesar
de pertenecer al bando enemigo, y poder disponer de la banda de músicos para
que tocaran en el funeral. Su solicitud fue denegada por tratarse de un soldado
confederado, pero sus superiores accedieron a que lo enterrase y tocase en el funeral
un solo músico, por deferencia con él.
El capitán Elly escogió, de entre los componentes de la banda de
música, a un corneta y le entregó para que tocase unas letras musicales que
había encontrado en el bolsillo del uniforme del joven fallecido.
Las notas que tocó el corneta son las que componen la inolvidable
melodía que conocemos como «Taps» o «canción del silencio». La letra de esta
angustiosa melodía que se toca en los entierros militares es la siguiente:
«El día ha
terminado. Se fue el sol de
Juri Villanueva |
los lagos, de las
colinas, de los cielos.
Todo está bien.
Descansa protegido.
Dios está cerca.
La luz tenue oscurece la vista y la estrella
embellece el
cielo brillando luminosa.
Desde lejos
acercándose, cae la noche.
Agradecimientos y
alabanzas
para nuestros días
debajo del sol,
debajo de las
estrellas, debajo del cielo.
Así vamos. Esto
sabemos.
Dios está cerca.»
Hay que
decir que existen varias versiones sobre el origen de tan famosa melodía, pero
es esta que os contado la más difundida, la versión norteamericana. También está la versión mexicana, la francesa y especialmente
la del historiador y sargento retirado de la Fuerza Aérea, Jari Villanueva, que
da una versión modificada aunque también centrada en su origen en la guerra de
secesión.
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