En estos días con motivo de las reformas
económicas que se están aplicando sobre la indefensa población española, está
circulando por internet un supuesto diálogo que en su tiempo se produjo entre
dos estadistas, Jean-Baptiste Colbert,
que fue ministro de Finanzas bajo el reinado de Luis XIV entre 1.665 y 1.683, y su mentor, el famoso
cardenal Mazarino, primer
ministro francés –sucesor del también cardenal Richelieu- desde 1642 (primero con Luis XIII, luego con la regente Ana de Austria, y finalmente bajo el reinado de Luis XIV) hasta su
muerte, en marzo de 1661.
El supuesto diálogo, cuya
autenticidad no ha sido probada aunque es probable que fuese cierto debido a la
gran afición del cardenal a gravar a sus conciudadanos con innumerables tipos
de impuestos, llegando a acumular una de las mayores fortunas de Francia, dice
así:
C: Para conseguir dinero, hay un momento en que, engañar [al
contribuyente] ya no es posible. Me gustaría, Señor Superintendente, que
me explicara cómo es posible continuar gastando cuando ya se está endeudado
hasta al cuello...
M: Si se es un simple mortal, claro está, cuando se está cubierto de
deudas, se va a parar a la prisión. Pero el Estado..., cuando se habla del
Estado, eso ya es distinto. No se puede mandar el Estado a prisión... Por
tanto, el Estado puede continuar endeudándose. Todos los Estados lo hacen.
C: ¿Ah sí? ¿Usted piensa eso? Con todo, precisamos de dinero. Y ¿cómo
hemos de obtenerlo si ya creamos todos los impuestos imaginables?
M: Se crean otros.
C: Pero ya no podemos lanzar más impuestos sobre los pobres.
M: Es cierto, eso ya no es posible.
C: Entonces, ¿sobre los ricos?
M: Sobre los ricos tampoco. Ellos no gastarían más y un rico que no gasta,
no deja vivir a centenares de pobres. Un rico que gasta, sí.
C: ¿Entonces cómo hemos de hacer?
M: Colbert, tú piensas como un queso de Gruyere o como el orinal de un
enfermo, hay una cantidad enorme de gente entre los ricos y los pobres, son
todos aquellos que trabajan soñando en llegar algún día a enriquecerse y
temiendo llegar a pobres. Es a esos a los que debemos gravar con más
impuestos..., cada vez más..., siempre más. A esos, cuanto más les
quitemos, más trabajarán para compensar lo que les quitamos. ¡¡¡ Son una
reserva inagotable!!!
Si en
realidad fue cierto este diálogo, lo que está claro es que el pensamiento del
cardenal Mazarino, cuatro siglos después..., estaría plenamente vigente. Poco
han inventado los políticos actuales…
Foto: Colbert y Mazarino,
ministros de Luis XIV.
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