Hoy nos hemos levantado con la noticia de que los rebeldes libios habían tomado el control de Trípoli, último bastión que le quedaba al dictador libio y a su clan y en el que se encuentra atrincherado, supongo que en espera de poder escapar de alguna manera antes de que sus propios compatriotas le den el pasaporte al paraíso.
Está claro que este sanguinario dictador, que llegó al poder hace 42 años, siendo un joven capitán que dio un golpe de estado y se hizo con el control del país que ha gobernado con mano de hierro.
Los rebeldes ha dicho hoy que: ¡ha caído el demonio!. Un demonio que vivía como dios y nunca mejor dicho. Cuarenta años de tiranía que tenía oprimido al pueblo de tal manera que todo el país era suyo y de su familia. "Los Gadafi" controlaban todos los entresijos del estado, todo era suyo y todo les pertenecía. El lujo, la opulencia, el poder, la soberbia, la crueldad, la decisión de la vida o la muerte de su pueblo, etc., todo un pastel demasiado gustoso para irse así por las buenas.
Al final lo que ha conseguido es más de lo mismo, un asesino que se niega a abandonar el poder, que no tiene escrúpulos en matar a sus conciudadanos si con ello logra mantener su lujoso tren de vida. Sabe que si abandona voluntariamente terminará igual que si no lo hace, juzgado por criminal y sentenciado a muerte, y Gadafi ha optado por esto último.
Pero hay algo que me gustaría puntualizar, Gadafi se ha mantenido en el poder durante tantos años por la conformidad del pueblo libio y por la hipocresía del mundo occidental que hasta hace cuatro días se daba besitos con él y ahora se han dado cuenta que ha salido del infierno. Gadafi salió del infierno hace 42 años para vivir en el paraíso. Ahora ese paraíso se ha quemado y se le ha transformado en el infierno del que salió hace tantos años.
Habrá que ver si el pueblo libio es capaz de cambiar el país y democratizarlo, algo de lo que tengo mis dudas, no recuerdo que exista ningún país musulmán que sea plenamente demócrata, y esperemos que no sea más de lo mismo. Todavía estamos a la espera de ver lo que pasa en Túnez y en Egipto, porque supongo que al otro demonio, el sirio, le espera la misma suerte que a su "colega libio".
Si Alá es justo, supongo que lo pondrá en el "paraíso" que le corresponde, puesto que lo ha disfrutado en vida. Cuando se presente ante él: ¡que se lo cuente!
Y por supuesto a todo su clan….que es muy numeroso, no sé si cabrán todos
Foto: Muamar el Gadafi, el demonio que vivía en el paraíso.
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